Si deseamos perdurar con todas nuestras fuerzas y sentimientos, sin duda lo lograremos.
Si dudamos, dudamos de nosotros mismos, seamos honestos y no partamos en viaje, el naufragio está asegurado.
El mar guarda temporales, vientos y oleajes implacables, también calmas, horizontes anodinos y un sol de justicia. Los mejores veleros, calafateados de madurez, serán los que mantendrán su destino inalterado a pesar de las cicatrices regaladas por el pasar.
Mi Amor, 25 años de travesía, y cada día el velero se viste de gala para navegar, junto a nuestros grumetillos, en busca de la isla de la serenidad y la pasión.
Who.