Revisando mis actos
contemplo mi pasado,
fruto de mis actos presentes,
y objetivos de mis actos futuros.
Tengo la firme convicción de estar en la senda correcta, de seguir el camino que siempre deseé y al que muchas veces enfrenté con el realismo nihilista del entorno.
Ahora desde la atalaya de mis 43 años,
cada vez albergo menos dudas de ello,
el estúpido comportamiento
de muchos de mis congéneres
me reafirman absolutamente.
No tengo tiempo que perder, la vida es breve, disfrutar de todo y de todos lo llevo tatuado en la piel, los que no interesan se van quedando atrás, debajo de la estela de mi navío, en la oscuridad de mi recuerdo y en la noche de mi olvido.
Una forma de vida,
una manera de sentir,
una mujer a la que amar,
unos hijos a los que educar,
desde la ejemplaridad y nobleza de mis actos.
Si no estás en mi sintonía, vete, no me hagas perder tiempo, la vida es breve, nunca olvides que sé lo que no quiero.
Dejo mi estela por si algún día decides saber quién soy.
Saludos, Who.