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martes, 14 de junio de 2005

Político Laboral

Alguno que conozco aboga por hacer política de pasillo y/o despachos en el entorno laboral como medio de supervivencia en la empresa y meritaje profesional para ascensos. Dicho así no pasa de una mera observación personal de alguién que la practica y defiende.
Analizando al autor en profundidad, concluímos que es su única manera de alcanzar notoriedad y camuflar su permanente inseguridad derivada de su escasa formación para el puesto designado, a la vez que arrastrándose ante el "poder" evitará ser criticado con dureza y sometido a juicios de su desempeño diario.
Tristemente la estrategia funciona en la medida que los beneficiarios de su lacayismo son de igual calaña, ambos se utilizan y repudian a la vez, pero hay un factor que no considera ó, lo acepta sin pudor, y es el desprecio generalizado el resto del colectivo ante las muestras públicas de servilismo interesado que prodiga. Además hace gala de un cinísmo patológico, enmascara la defensa de los intereses propios bajo el paraguas del bien colectivo.
Afortunadamente un hombre no puede engañar a todos siempre.
¿Conoces a alguién así?.
No busques demasiado, sólo abre un poco los ojos y verás como tus benefactores serán realmente tus verdugos cuando la situación requiera decidir entre tu prestigio y el suyo.
Saludos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por el comentario. La envidia sana, para mi, es la que sentimos entre amigos o familiares. En el fondo te alegras, porque algo te puede tocar a ti.

Vaya si conozco políticos laborales! Creo que son producto del sistema de favores, que no reconoce los méritos pero si los favores. Este sistema ayuda a triunfar a los incompetentes. Besos Andrea

Anónimo dijo...

Querido Who.
Aunque con ciertas divergencias también tu post me recuerda a mi a algo... de lejos...
"Nunca sirvas a quien sirvió ni pidas a quien pidió". Y al contrario.

Besos de Susy